jueves, 11 de marzo de 2010

de formas irregulares y veleidosas
casi no logro volver atrás...
creo que escuché a mi abuela cantanto algo de un amor ingrato y unas cuantas mentiras sobre la mesa...
ya es costumbre que durante el día agujeree su corazón con recuerdos innecesarios, hasta que llega la hora del té y se pinte los labios de rojo...
por el momento prefiero el silencio como de costumbre(no solía hablar mucho cuando tenía 6 años) creo que me gustaba más imaginarme cosas que conversar de algo que no me interesaba...escuchar a los demás es más entretenido...aunque aveces no lograba entender los asuntos para mayores de 18 años....los males del trabajo, la angustia de lo inalcanzable, algunas desilusiones, besos morbosos, la vecina afortunada, y más de cien chistes que aveces no lograba entender por la razón de ser entre cómplices...
Mi cómplice era y es mi propia memoria, y gracias a dios, como diría un cristiano, al ser un poco despistada, olvido los malos ratos ( aunque aveces fallan las matemáticas del cuerpo humano, y olvido justo el momento que debía recordar, bueno, nada es perfecto en esta alborotada ciudad).
-Usted si quiere me acompaña a soñar , le pregunté a uno de mis mejores amigos invisibles, de esos que acostumbraba tener cuando me tapaba los oídos porque la familia entera comenzaba a ´speakear in inglish´....
me subía al ciruelo del patio de atrás y no me bajaba hasta la hora del té, cuando mi abuela se pintaba de rojo sus labios....
de formas irregulares y veleidosas
casi no logro volver atrás...pero almenos aún guardo algo del pretérito perfecto y aunque no quiera, algo del pretérito imperfecto también...ahora trato de anotarlo en mis cuadernos o en los boletos, o en mis manos, a ver si queda algo regristrado para cuando me ponga escribir en unos buenos años más...

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